Ante el endurecimiento de la presión estadounidense, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió un comunicado en el que se expresa el apoyo a Venezuela. Durante una conversación telefónica, el ministro chino, Wang Yi, dialogó con su homólogo venezolano, Yván Gil, y manifestó la oposición de Beijing a cualquier forma de intimidación unilateral, reafirmando el derecho de Venezuela a cooperar con otros países en aras del beneficio mutuo. Según Wang Yi, la comunidad internacional comprende y respalda la posición venezolana en la defensa de sus derechos y dignidad nacional. De su parte, el ministro venezolano enfatizó que el Gobierno salvaguardará con determinación la soberanía e independencia del país, rechazando cualquier amenaza de potencias agresoras. Este intercambio se produce tras el anuncio de Donald Trump, quien declaró la implementación de un bloqueo total contra los petroleros sancionados que ingresen o salgan de territorio venezolano. En este marco, el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, calificó la medida como una amenaza real por parte de un imperialismo decadente, aludiendo al liderazgo dominante de esa política en el escenario global. Durante su intervención en el programa “Con el Mazo Dando”, transmitido en Venezolana de Televisión, Cabello subrayó que, en caso de agresiones, ningún barril de petróleo podría ser enviado a Estados Unidos. Trump, por su parte, afirmó desde la base aérea Andrews que Venezuela había anulado los derechos petroleros de las empresas estadounidenses, reclamando el retorno de dichos recursos. Además, Caracas elevó la alerta internacional al solicitar una reunión urgente con el Consejo de Seguridad de la ONU, en diálogo con el secretario general António Guterres, para discutir la escalada de amenazas y sus implicaciones para la paz regional. El clima de tensión llegó a agudizarse en agosto de 2025, cuando EE.UU. intensificó el reforzamiento militar en el sur del Caribe, marcando septiembre con ataques a embarcaciones vinculadas al narcotráfico y desplegando una significativa concentración de fuerzas, incluyendo aviones F-35, buques, un submarino nuclear y el portaaviones USS Gerald R. Ford, en la región, rememorando la magnitud de la presencia militar durante la Crisis de los Misiles de 1962.
Autor: Iñigo Socías