La entrada temprana de José Antonio Kast a La Moneda ha puesto en marcha una serie de gestos en el ámbito de las relaciones exteriores, encaminados a definir la futura orientación diplomática de Chile. Entre estos movimientos destacan el envío de un cordial saludo por parte de Donald Trump, un viaje a Argentina destinado a sostener un encuentro con Javier Milei y la posibilidad de un diálogo telefónico con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Estas acciones han generado un significativo debate tanto en la política interna como en las comunidades de Chile y en el extranjero.
Diversas voces del entorno político han expresado opiniones encontradas. El diputado Diego Schalper, integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores en la Cámara de Diputados, subrayó que es habitual que los presidentes electos reciban solicitudes de conversación de varios mandatarios internacionales y aseguró que la interacción con Netanyahu girará en torno a reafirmar las políticas de Estado de Chile, basadas en el reconocimiento de dos Estados y el respeto al derecho internacional. Por su parte, el senador Juan Ignacio Latorre advirtió sobre la posible influencia de una nueva derecha autoritaria en un escenario global marcado por gobiernos populistas, planteando incertidumbre acerca de si habrá continuidad o una ruptura en la política exterior de Chile.
La repercusión de estos acercamientos no se ha limitado al terreno político. La comunidad Palestina de Chile manifestó su profunda inquietud, considerando que un eventual vínculo entre Kast y Netanyahu podría interpretarse como un aval a políticas cuestionadas en materia de derechos humanos, lo que contradeciría la trayectoria histórica multilateral del país. En respuesta, la Comunidad Chilena de Israel denunció lo que calificó de hipocresía, al argumentar que se manipula la política exterior de Chile en función de intereses externos, mientras se mantienen otras relaciones polémicas.
Además, expertos en la materia, como el investigador Rodrigo Pérez de Arce, interpretan estos movimientos como indicativos de una estrategia dual: por un lado, una orientación hacia sectores libertarios y de oposición interna que reclaman una posición más radical, y por otro, la necesidad de negociar y ajustar la política exterior en un contexto internacional cambiante, en el que figuras como Trump y Milei juegan un rol crucial. Este escenario plantea un reto para el futuro gobierno de Kast, que deberá equilibrar las exigencias internas con las dinámicas geopolíticas de un mundo en constante transformación.
Autor: Roberto Sánchez
